¿Te has preguntado alguna vez cómo es el Team Building en la empresa? ¡Ahora te lo vamos a mostrar!

“Arqueólogo por un día” es una iniciativa de equipo que llevamos a cabo en una pequeña ciudad cercana a Roma llamada Santa Marinella, donde hay un lugar espléndido: el Foro de la antigua colonia de Castrum Novum.

¿Qué es Castrum Novum? Es un yacimiento arqueológico; una fortaleza romana construida a pocos metros del mar durante las guerras púnicas en la primera mitad del siglo III a.C.

Hasta ahora, PQE Group ha ayudado al yacimiento arqueológico de dos maneras: con fondos y con un “enfoque práctico”, y cuando decimos “práctico”, lo decimos en serio.

Durante el último año, la empresa italiana organizó el evento principal en el yacimiento (y otros más que vendrán durante 2022), mientras ha apoyado al grupo arqueológico de Santa Marinella con eventos y promoviendo la participación de grupos de empleados, con amigos y familias que quieran ser voluntarios.

 

Para cerrar este breve recuerdo, tomo las palabras de un colega más sabio “El éxito no es de los que lo han encontrado, sino del grupo que ha sudado (cada uno en diferentes roles) para sacarlo a la luz. Creo que ese es el espíritu que debería aplicarse en el ámbito empresarial para alcanzar el éxito.

¿Cómo se desarrolló el evento?

Todos participamos en una clase de senderismo al principio del día para obtener más información histórica sobre el lugar. Después, nos dividimos en grupos para trabajar en distintos lugares.

Por ejemplo, yo trabajé en los muros de los cimientos, la parte más cercana al mar, construida alrededor del año 250 a.C. Tuve que cepillar y limpiar mucho polvo y tierra para sacar a la luz la estructura. Junto con el resto del grupo, tuvimos que prestar atención para no dañar el muro y los alrededores mientras trabajábamos. Colaboramos con otro grupo que nos apoyaba, filtrando toda la tierra para encontrar monedas, trozos de ánfora y otros hallazgos arqueológicos que irían al museo local.

Los voluntarios locales, con edades entre los 20 y los 65 años, fueron tan acogedores que nos sentimos como en casa, especialmente durante la pausa para el almuerzo, donde cocinamos y comimos todos juntos (45 raciones de Amatriciana, ¡mesa 1!).

En cualquier caso, la actividad fue impresionante: la gente del lugar es fantástica, y algo que aprecié significativamente es que tuvimos la oportunidad de conocer a nuestros colegas fuera del lugar de trabajo, compañeros de otras oficinas, o del mismo equipo, descubriendo no sólo a unos colaboradores amistosos, sino verdaderas amistades.

Para cerrar este breve recuerdo, tomo las palabras de un colega más sabio “El éxito no es de los que lo han encontrado, sino del grupo que ha sudado (cada uno en diferentes roles) para sacarlo a la luz. Creo que ese es el espíritu que debería aplicarse en el ámbito empresarial para alcanzar el éxito.